El mindfulness como método educativo
El mindfulness consiste en estar en el momento presente, es decir, saber que estás en el ahora y vivir en ese ahora. De esta manera, sabes estar relajada y se basa en técnicas para llegar a la calma.
Mi madre es profesora de mindfulness en coles, ella desde me pequeña siempre me ha obligado a ir a sus clases, a ayudarle con los niños, y básicamente a estar muchas horas escuchando lo mismo. Lo que me resulta curioso es que ahora mismo estoy estudiando lo que estoy estudiando gracias a ella, gracias a que me introdujo en el mundo de los niños y me hizo disfrutar verdaderamente de ello.
Desde que empecé la carrera, empecé a ir con ella a los colegios y ayudarle con las sesiones, ahí ha sido cuando de verdad me doy cuenta de lo necesario que es impartir educación emocional a los niños. Hoy en día, cada niño tiene su mundo, sus problemas, sus dificultades o necesidades. Y es ahora cuando me doy cuenta de que en la universidad no se enseña esto, no se enseñan técnicas para sentir tu respiración, sentir tu cuerpo…
El método en el que nos basamos es el método SECURE, Se de sentidos, Cu de cuerpo y Re de respiración, estas son tres formas de estar en ese momento presente del que hablaba. Este método se realiza a través de momentos se, momentos cu y momentos re. Los alumnos realizan estos tres momentos al día a través de una baraja de cartas que contiene juegos para sentir los sentidos, el cuerpo y la respiración.
Un ejemplo de estos momentos pueden ser:
- La respiración “Madrid Barcelona”: Inspirar diciendo Madrid en tu mente y espirar diciendo Barcelona (momento re)
- Buscar tres cosas de algún color en la clase (momento se)
- Hacerse cosquillas a uno mismo en el el brazo (momento cu/se)
- Hacer gelatina: móvil el cuerpo de forma descontrolada (momento cu)
- Respiración de la estrella: hacer respiraciones siguiendo la forma descontrolada una estrella utilizando como parada los vértices de esta misma (momento re)
Durante las sesiones también tratamos las emociones, principalmente en la capacidad de identificación de las mismas y aprender técnicas para saber que hacer con ellas. Los pasos que enseñamos para llevar las emociones son:
1. Para y respira
2. ¿Qué me visita y dónde está?: Identificar qué emoción estás sintiendo y donde la sientes
3. ¿Qué necesito para hacerlo más pequeñito?: SECURE
4. Actúa con calma
Estos pasos son recursos para los niños (y para los adultos)
Para finalizar esta pequeña introducción al mindfulness en niños, dejo la Técnica Koeppen:
Imagínate que viene volando una de esas molestas moscas y se ha posado en tu nariz, trata de espantarla pero sin usar tus manos. Intenta hacerlo arrugando tu nariz. Trata de hacer tantas arrugas con tu nariz como puedas. Deja tu nariz arrugada, fuerte. ¡Bien! has conseguido alejarla, ahora puedes relajar tu nariz, ¡oh! por ahí vuelve esa pesada mosca, arruga tu nariz fuerte, lo más fuerte que puedas. O.K. se ha ido nuevamente. Ahora puedes relajar tu cara. Fíjate que cuando arrugas tan fuerte tu nariz, tus mejillas, tu boca, tu frente y hasta tus ojos te ayudan y se ponen tensos también.
Ahora imagina que eres una tortuga. Imagínate que estás sentado/a encima de una roca. ¡Oh! de repente sientes una sensación de peligro. ¡Vamos! mete la cabeza en tu concha. Trata de llevar tus hombros hacia tus orejas, intentando poner tu cabeza metida entre tus hombros, mantente así, no es fácil ser una tortuga metida en su caparazón. Ahora el peligro ya pasó, puedes salir de tu caparazón, relájate y siente tu cuello relajado. ¡Cuidado! más peligro, rápido, mete la cabeza en tu casa, tienes que tener la cabeza totalmente metida para poder protegerte, O.K. ya puedes relajarte, saca la cabeza y deja que tus hombros se relajen. Fíjate que te sientes mucho mejor cuando estás relajado que cuando estás tenso.
Ahora vamos a imaginarnos que eres un gato muy perezoso y quieres estirarte. Extiende con fuerza tus brazos frente a ti, levántalos ahora sobre tu cabeza y llévalos hacia atrás. Estírate con fuerza. Fíjate en el tirón que sientes en tus hombros. Ahora deja caer tus brazos a tu lado. Muy bien. Vamos a estirar otra vez. Estira los brazos frente a ti, levántalos sobre tu cabeza y tira de ellos hacia atrás, fuerte. Ahora déjalos caer. Muy bien. Fíjate como tus hombros se sienten ahora más relajados.
Imagina que tienes un limón en tus manos. Ahora apriétalo con tu puño, como si trataras de exprimirlo. Trata de exprimirle todo el jugo. Muy fuerte. Siente la tensión en tu mano y brazo mientras lo estás exprimiendo. Ahora abre las manos y déjalo caer. Fíjate cómo están ahora tus músculos cuando están relajados. Coge ahora otro limón y trata de exprimirlo muy fuerte. Exprímelo más fuerte de lo que lo hiciste con el primero; muy bien. Ahora suelta el limón y relájate. Fíjate qué bien se sienten tus manos y tus brazos cuando están relajados.
Imagina que estás tumbado/a sobre la hierba, ¡Vaya! mira, por ahí viene un elefante, pero él no está mirando por donde pisa, no te ha visto, va a poner un pie sobre tu estómago, ¡no te muevas! no tienes tiempo de escapar. Trata de tensar el estómago poniéndolo duro, realmente duro, aguanta así, espera, parece como si el elefante se fuera a ir en otra dirección. Puedes relajarte. Relájate, deja el estómago blandito y relajado lo más que puedas. Así te sientes mucho mejor. ¡Oh! por ahí vuelve otra vez. ¿Estás preparado? Tensa el estómago fuerte, si él te pisa y tienes el estómago duro no te hará daño. Pon tu estómago duro como una roca. O.K., muy bien. Parece que nuevamente se va. Puedes relajarte. Siente la diferencia que existe cuando tensas el estómago y cuando lo dejas relajado.
Ahora imagínate que estás parado, descalzo y tus pies están dentro de un pantano lleno de barro espeso. Intenta meter los dedos del pie dentro del barro. Probablemente necesitarás tus piernas para ayudarte a empujar. Empuja, siente como el lodo se mete entre tus pies. Ahora salte fuera y relaja tus pies. Deja que tus pies se queden como flojos y fíjate cómo estás así. Te sientes bien cuando estás relajado. Volvemos dentro del espeso pantano. Mete los pies dentro, lo más dentro que puedas. Muy bien.
Hasta aquí la relajación muscular, ahora se les pedirá a los niños que lleven la mano a su tripa y hagan 3 respiraciones profundas .
Como persona a la que le has hecho esta técnica dos veces, si que digo que funciona JAJAJ
ResponderEliminarQue interesantes todas las técnicas! Estoy muy de acuerdo que los niños también necesitan trabajarlas, y me encanta la última, ya que se hace a través de una historia, como podría ser el storytelling de las metodologías activas.
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